Es difícil imaginar muchos hogares sin el aguacate. Esta exquisita fruta tiene una textura y un sabor que ya sea a la parrilla, en su forma natural, untado en tostadas y panecillos o aderezado con tomate, pimienta y una pizca de sal como guacamole, hace este alimento ideal para ser un gran acompañante en la mesa. Pero no siempre fue así. La importación de aguacates a España se remonta más o menos en el s. XVI, al parecer los primeros ejemplares crecieron en el Jardín Botánico de Orotava de Tenerife, con ejemplares procedentes de Venezuela.
Hoy en día, encontrar aguacates en los supermercados es tan normal como el tomate o el pepino. Pero, ¿Qué hace que el aguacate sea tan popular y de dónde procede? ¿Podemos comerlos sin dudarlo? Os cuento:
El aguacate.
Desde el punto de vista botánico, el fruto del aguacate es una baya, ya que el árbol del aguacate está clasificado en la familia del laurel.
Originalmente, el aguacate procede de las selvas tropicales de México y América Central, pero hoy en día se cultiva en muchos otros países y zonas, como Israel, Turquía, Chile, Colombia, España, Perú, Nueva Zelanda y varios más. Los tres principales productores de aguacate en 2018 fueron:
- México con 184.663 toneladas.
- República Dominicana con 644.306 toneladas.
- Perú con 504.517 toneladas.
En la actualidad existen unas 400 variedades de aguacates. La variedad más popular en Europa es el aguacate "Fuerte", originario de Puebla, en México.
Beneficios:
El fruto del aguacate es rico en ácidos grasos insaturados y en potasio. Los ácidos grasos insaturados son esenciales para los seres humanos porque el cuerpo humano no puede sintetizarlos, pero los necesita. Los ácidos grasos insaturados tienen un efecto positivo sobre el sistema cardiovascular. Además, pueden reducir el riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer.
Regusto negativo.
Aunque el aguacate es muy sano y delicioso, siempre hay que tener en cuenta el precio al que se puede disfrutar de esta fruta. Quien compra un aguacate puede ser en parte responsable de los claros del bosque, de un alto impacto de CO2 en el medio ambiente,contaminación del agua potable, privatización del agua potable, promoviendo la delincuencia en algunas regiones, la explotación laboral.
Por lo tanto, a la hora de elegir aguacate, hay que tener en cuenta, entre otras cosas, lo siguiente:
Origen del aguacate: en el caso de los aguacates de la región mediterránea, por ejemplo de España, hay que recorrer menos distancias. Así se garantiza la reducción de las emisiones.
Fruta ecológica: si eliges la fruta ecológica, que suele ser un poco más cara, estás fomentando el cultivo con menos pesticidas y en condiciones más justas.
Información sobre las condiciones de cultivo: sin duda el punto más difícil. Hay que investigar cuáles son las condiciones de cultivo en las regiones de origen. Entre otras cosas, hay que prestar atención a si el agua potable ha sido privatizada para la producción, es decir, si el agua potable sólo está disponible para los productores de aguacate y si los habitantes de la región se ven privados de la valiosa agua potable.
Una alternativa al aguacate serían las nueces. Lo que ciertamente muchos no saben: La nuez puede competir fácilmente con el aguacate en términos de "contenido". Es un producto local, se puede almacenar durante un tiempo relativamente largo y, posiblemente, el argumento más importante: tiene casi más ácidos grasos insaturados que el aguacate.
Es bueno saber que, el aguacate recién preparado, ya sea en rodajas o preparado como guacamole, mantiene su color verde durante más tiempo y no se vuelve marrón cuando se añade el hueso del aguacate (semilla) al aguacate abierto o procesado.
Conclusión:
Si sigues los criterios anteriores, deberías poder disfrutar del aguacate sin dudarlo.
Para mí, personalmente, es un superalimento absoluto del que no querría prescindir.
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