¿Cómo fortalecer su sistema inmunológico?
No sólo en tiempos de COVID tiene sentido pensar en reforzar las defensas de nuestro sistema inmunitario. Una defensa inmunitaria potente nos ayuda, en general, a pasar sanamente todas las estaciones del año. Para ello no se necesitan "píldoras milagrosas", ya que bastan unos pocos cambios en el comportamiento y una dieta rica en nutrientes esenciales para mejorar la salud.
Las vitaminas como combustible del sistema inmunitario
Si no repostamos durante un viaje largo, el motor pronto tartamudeará y acabará por pararse por completo. Nuestro sistema inmunitario se comporta de forma similar y su funcionamiento depende en gran medida de una ingesta regular de vitaminas y minerales. La vitamina C es especialmente importante y se encuentra en abundancia en muchos tipos de frutas y verduras. Los kiwis se consideran verdaderas "bombas de vitaminas". Los cítricos como las naranjas, los pomelos o los limones también contienen tanta vitamina C que sólo dos piezas al día cubren las necesidades. Los pimientos y las fresas también son recomendables. Si no le gusta todo eso, hay alternativas de cultivo local en verduras crucíferas como el brócoli, la col rizada o las coles de Bruselas. Las vitaminas se pierden durante la cocción, pero el contenido vitamínico en crudo de la col es incluso mayor que el de los cítricos, por lo que las pérdidas se compensan en parte. Además de la vitamina C, hay que destacar las vitaminas A, D, B12 y los minerales hierro y zinc para conseguir un alto nivel de resistencia. Una dieta equilibrada, especialmente de pescado, frutos secos y legumbres, asegura que nuestro cuerpo absorba una cantidad suficiente de ellos.
El deporte y el aire fresco son siempre un plus
Cualquiera que pase varias horas en la oficina cada día, que se desplace al trabajo en coche o en transporte público y que prefiera poner los pies en alto después del trabajo, sufrirá a largo plazo la falta de ejercicio. El deporte y el ejercicio no sólo aumentan la salud y el bienestar en general, sino que también ayudan a fortalecer nuestro sistema inmunológico. Actualmente se ha demostrado que los empleados que utilizan la bicicleta para ir al trabajo tienen de media menos días de baja por enfermedad al año que los conductores de coches. Si tienes la ropa adecuada, por ejemplo un cortavientos cálido, puedes incluso utilizar la bicicleta para ir al trabajo en otoño e invierno. Por supuesto, esto no se aplica a los desplazamientos más largos, pero muchos trayectos en coche sólo se realizan en el casco urbano de 5 km y es precisamente ahí donde puedes empezar. Si el ciclismo con temperaturas frías le parece demasiado desalentador, lo mejor es empezar con el cambio en primavera.
¿Y por qué no probar a hacer footing con regularidad? Los deportistas no sólo están más en forma, sino que también son más sanos, y a los que no les gusta correr también pueden caminar: incluso media hora al día al aire libre aumenta las defensas del sistema inmunitario.
Por qué los factores psicológicos también influyen en el sistema inmunitario.
Sobre todo, el estrés puede afectar al organismo en general y al sistema inmunitario en particular y reducir considerablemente sus defensas. El estrés a corto plazo durante una o varias semanas suele ser difícil de evitar. Sin embargo, nosotros mismos podemos influir y controlar los factores a largo plazo o incluso permanentes. ¿Siente que está constantemente molesto y agobiado en el trabajo? Cambiar de trabajo puede tener un impacto positivo en su salud. Esto también se aplica a la reducción del estrés en la vida privada, por ejemplo, evitando la presión de los plazos. Basta con cancelar una cita privada a la semana y salir a correr y comer algo de fruta durante ese tiempo: ¡tu sistema inmunitario te lo agradecerá!
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